Archivo de diciembre, 2010

El Tomateitor 2000 (respuesta al artículo de Javier Bardem en El País) #manifiesto #redneutral

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Antes de nada me presentaré: soy el dueño de la empresa “De la huerta a la nevera”  con sede en Madrid y página web “delahuertaalanevera.com”  desde donde vendemos nuestros productos, principalmente neveras que generan automáticamente los alimentos.

Le escribo por este medio al sorprenderme ver que dispone del “Tomateitor 2000”, uno de los primeros modelos de nevera que generaba los alimentos.

El “Tomateitor 2000” era una nevera con acceso a internet y con nuestra tecnología de duplicación de alimentos que permitía, con pulsar solo una tecla, disponer de los alimentos seleccionados en la pantalla. Este proceso utilizaba una cantidad de componentes que se extraían de los cartuchos de átomos que se vendían por separado, como en las impresoras.

Bien es cierto que los primeros modelos no producían alimentos con buen sabor, como los de la huerta, como usted bien dice, pero permitió abaratar la creación de estos a casi la gratuidad. También permitió reducir la contaminación de las ciudades al reducirse el transporte de los alimentos. Recibimos las felicitaciones de Naciones Unidas por mejorar la calidad de vida de millones de ciudadanos del tercer mundo que tenían problemas de mal nutrición; con nuestros aparatos conseguimos que el nivel de vida de estas personas mejorase muy rápidamente. Puede  ver como los niños que hace unos años habrían muerto de desnutrición, hoy juegan felizmente al lado de sus madres.

Los primeros modelos también provocaron una crisis en la agricultura: nuestros clientes, al dejar de comprar en las tiendas alimentos cultivados en las huertas, muchas de estas fueron abandonadas, las tierras de labranza se dejaron de cultivar y se perdieron millones de empleos. Pero esto siempre ha ocurrido: con la Revolución Industrial las máquinas sustituyeron a los humanos en prácticamente todas las tareas repetitivas, también causo una gran crisis, incluso hubo un movimiento que exigía la destrucción de esas máquinas que les quitaban el trabajo. Años después lo que ocurrió fue sorprendente, los mismos trabajadores que fueron despedidos a causa de las máquinas, ahora serían contratados para mantener, controlar y reparar esas mismas máquinas. Dejaron de ser mano de obra barata  para convertirse en mano de obra cualificada, y se creó un nuevo sector empresarial: creación, mantenimiento y reparación de máquinas herramienta.

Con la agricultura ocurrió algo parecido, y aquí le respondo a su pregunta “¿Y el verdulero?”, ahora trabaja para nosotros en atención al cliente: asesora a nuestra clientela sobre los alimentos que desean crear en sus neveras y se comunica habitualmente con nuestro departamento de investigación y desarrollo de nuevos alimentos. Es te departamento está compuesto principalmente por científicos que desarrollan las “recetas” que se envían a su nevera mensualmente con cada actualización del sistema.

Pero se preguntará ¿Qué ocurrió con los horticultores?, pues también trabajan con nosotros en el departamento de calidad, son nuestros catadores. El objetivo de este departamento es conseguir que el alimento tenga el sabor más cercano al que se cultivaría en una huerta.

¿Y los transportistas? Transportan nuestras neveras.
¿Y las tiendas de alimentos? Venden nuestras neveras.

También igual que ocurrió en la Revolución Industrial se ha creado un nuevo sector empresarial: creación (nosotros y nuestra competencia), mantenimiento y reparación de equipos de duplicidad de alimentos.

Pero aunque algunos pensaban que nuestros productos harían desaparecer la agricultura, no ha sido así. Muchos agricultores han desaparecido es cierto, pero ha sobrevivido la agricultura natural sin pesticidas ni productos químicos para el cultivo de alimentos. Existe un mercado muy amplio en este sentido, incluso se empiezan a ver tiendas que solo ofrecen estos alimentos.

Actualmente estamos en conversaciones con Zarpa, una empresa de ropa, para desarrollar el armario generador de ropa. Permitirá una rebaja sustancial en el precio de la ropa (excepto los cartuchos de átomos que se deberán comprar), pero el cliente dispondrá de una gran gama de vestidos, trajes, conjuntos, complementos, etc, que podrá vestir.

Espero que esta información le sea de ayuda y le pido que si tiene un momento se ponga en contacto con el departamento de atención al cliente para que le ayudemos a actualizar su nevera y no vuelva a tener esos problemas con el sabor de los alimentos.

Un saludo.

PD: También comenta que pulsando un botón puede pintar las paredes de su casa. Veo que dispone de paredes inteligentes como las que se muestran en algunos videos de YouTube. ¡Es usted un afortunado! Aunque debería llamar al técnico para que revise su equipo no es normal que haga ronchones. Yo dispongo de ese mismo modelo en mi casa y es una gozada, le recomiendo que actualice su software a la última versión ya que dispone de mejoras como la posibilidad de mostrar video en la pared (una película, por ejemplo, es como si estuviera dentro de ella).

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Bueno, todo esto solo es fantasía, aunque ojalá algún día dispongamos de esas neveras o de esos armarios. Hoy no podemos duplicar objetos físicos, de momento, pero sí duplicar los bits, ¿Porqué no deberíamos usar la tecnología que tenemos a nuestra disposición? ¿Qué perjudica a las industrias? Claro que sí, pero al igual que le sucedió a los horticultores de más arriba deben adaptarse y comprender que el mundo a cambiado. Durante los últimos once años esa industria que usted protege se ha dedicado a demandar a todo ser vivo con ojos y orejas por duplicar bits, pero ¿Qué han hecho para que la gente duplique esos bits pagando? Nada, no han hecho nada.

Estoy de acuerdo con usted y con Alejandro Sanz, Miguel Bosé, incluso con Ramoncín, cuando hablan de que los derechos de los autores deben ser protegidos, totalmente de acuerdo, pero lo que no se puede hacer es que todos los ciudadanos de este país perdamos el derecho a tener un juicio justo para proteger a los autores. ¿Por qué no han creado ya plataformas de venta de contenidos a través de internet? ¿A qué esperan? ¿A que salga una ley que les beneficie y perjudique al resto de ciudadanos? Lo único que conseguirán es que si nosotros perdemos unos pocos de nuestros derechos para proteger los suyos, no ganaremos ningún derecho y los perderemos todos.

Un saludo

José Miguel Gil Córdoba

Artículo de opinión de Javier Bardem El botón mágico

2040: La generación de un #manifiesto

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Han pasado 80 años desde que se creara la primera red de comunicación entre ordenadores, conocida como ARPANET, dentro del ámbito militar, conectando departamentos y armamento militar entre sí. Han pasado algo más de 70 años desde que esa red militar se convirtiese en pública, conectando decenas de universidades entre sí, permitiendo un aumento del acceso a la información científica: descubrimientos, proyectos, estudios, etc.

Han pasado 60 años desde que se le empezó a dar un carácter empresarial: las empresas comenzaron a comunicarse a través de lo que ya se conocía como Internet.

Han pasado 50 años desde que la red se popularizó y llego a los hogares de los ciudadanos y las primeras tiendas virtuales abrían sus puertas.

Han pasado 40 años desde que la red se abarató tanto que cualquier ciudadano, independientemente de su estatus social, podía acceder a la red; en la que cualquier empresa podía crear su negocio.

Han pasado 30 años desde que la red que ofrecía un lugar donde cualquier empresa podía competir con las grandes corporaciones, donde se podía obtener la información que nuestros gobiernos no querían que conociésemos dejó de estar en manos de los ciudadanos.

Han pasado 30 años desde que la red global fue reducida, con el paso de los siguientes años, en un medio controlado y regido por intereses corporativos. Donde quejarte de la mala atención al cliente de una empresa está penado con cárcel.

Han pasado…
Han pasado muchas cosas en estos últimos 30 años.

Yo estuve allí, hace 30 años, cuando internet se levantó y dijo basta. Yo estuve allí, defendiendo Internet como ese lugar de libertad para el ciudadano, donde puede reunirse y hablar o criticar de cuantas cosas quieran.

Yo estuve allí, defendiendo los derechos fundamentales de todos los ciudadanos de la red, independientemente de su país de procedencia, porque Internet, no tiene fronteras.

Yo estuve allí, luchando contra la sordera de los políticos hacia las voces de los ciudadanos que clamaban que no se mezclase el poder judicial con el ejecutivo.

Yo estuve allí, viendo como los medios de comunicación publicaban grandes titulares defendiendo las leyes que limitaban el uso de internet por parte de los ciudadanos. Arrogantes… Ahora suspiran porque no tienen audiencia. Arrogantes… Pensaron que podían hacer que los ciudadanos se pusieran de su parte, pero, los ciudadanos ya tenían toda la información. Ahora suspiran porque los ciudadanos consideran que no ofrecen información veraz.

Yo estuve allí…
Han pasado muchas cosas… pero ninguna buena.

Ahora los políticos que entonces aprobaron leyes restrictivas para Internet se excusan diciendo “Yo no sabía…” “Yo no quería…” “No era nuestra intención…”. Pobres necios. Recluidos en un mundo sin contacto con el ciudadano, descubrieron un día, tal vez de la peor forma posible que ellos no mandaban, sino el ciudadano.

Ahora las empresas que apoyaron esas leyes restrictivas ya no existen, fueron cerradas o absorbidas por las grandes corporaciones, que actualmente, son las únicas que pueden hacer negocios en la red. Son las únicas que pueden pagar las tasas que los proveedores de conexión a la red imponen. Pobres empresarios necios, pensaron que así, limitando las actividades que podían hacer los ciudadanos, ganarían más dinero; os lo advertimos, pero nos dijisteis “No tienes ni puta idea”.

Ahora esos personajes públicos dedicados a la música, cine, literatura, etc., que criticaban que los ciudadanos utilizasen la red para compartir sus discos, dvds, libros, etc., algo que ya hacían en el mundo físico, ven como las grandes corporaciones deciden qué se vende en la red o qué no, obligando a muchos de esos personajes a pagar a esas empresas para poder publicar en la red.

Ahora suspiran, lloran y se quejan de haber vendido a las grandes corporaciones el mayor invento que ha tenido la humanidad para mejorar su sociedad y hacerla más igualitaria, para mejorar su economía y sus democracias.

Han pasado muchas cosas en estos 30 años y aunque yo estuve allí defendiendo los pilares de la democracia, ya no soy el que era. Ahora, con más de 60 años a mis espaldas no puedo luchar con tanta fuerza como antes.

Esto no ha acabado…

He educado a mis hijos en el respeto a la democracia y a sus pilares más fundamentales; les he enseñado el mundo en el que viví y como luché por defenderlo; les he mostrado porque la red no debe ser controlada por las corporaciones ni los gobiernos, sino por los ciudadanos.

Una nueva generación…

Ahora, mis hijos trabajan creando la nueva internet, independiente de la anterior, obsoleta tecnológicamente hablando, porque las empresas no invirtieron dinero en mejorar sus infraestructuras. Nuestra nueva red comenzó a construirse hace 25 años con la inversión de los ciudadanos. Comenzamos con pequeñas redes locales en edificios de viviendas; se unieron varias de estas redes para crear una gran red para cada barrio, luego, estas se unieron… así hasta lo que es hoy día, aunque no acabada, la nueva red de redes.

Y yo aunque cansado, sigo convencido de la libertad de los ciudadanos y de la red, por eso enseño a mis nietos lo mismo que le enseñe a mis hijos. Una nueva generación.

Subversion: */props/tempfile.tmp. No se puede hallar la ruta especificada

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A veces las cosas fallan, sin más. Como en este caso, por alguna extraña razón Subversión no podía hallar la ruta especificada. Reviso la ruta y la carpeta no existe. Solución sencilla:

Creas la carpeta props y dentro de ella con el bloc de notas (si hablo de Windows, si estas en otro SO y te da este error (que lo dudo, sobre todo si es GNU/Linux) te dejo que elijas editor de texto xD) creas el archivo tempfile.tmp en blanco sin que tenga ni siquiera un espacio en blanco, le das a «Guardar como…» y en el deplegable elije «Todos los archivos» de esa forma podrás escribir la extensión del archivo y que no te lo guarde como txt.

Solo tienes que volver a realizar el commit y listo.

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